PS4 VS XBOX ONE GUERRA DE CONTROLES


PS4 vs.  One: 
la batalla de los controles
 
Durante los últimos días nuestro lectores han sido muy enfáticos en pedir una comparación entre los nuevos controles de Xbox One y PS4. Después de pasar un rato en la feria ya puedo darles una opinión educada sobre cómo se comportan los mandos de la próxima generación, pero de todas maneras el tiempo acá ha sido muy limitado y publicar un juicio final sería irresponsable y tonto.

Les comparto entonces mi opinión inicial acerca del  hardware que conozcan desde mi punto de vista lo bueno, lo malo y lo feo que tienen los nuevos controles.
Cambios de forma para bien (PS4) y para el lado (X1)

Ambos controles son diferentes a sus antecesores, pero particularmente el de PS4 es el que más cambios ha experimentado. El control se siente más pequeño, pero al mismo tiempo más pesado que el DualShock 3. Esto se puede deber a que estaba anclado a unatenaza de metal para que los amigos de lo ajeno no se lo llevarán, pero incluso tomando eso en cuenta se siente más denso. Esto no es algo malo en mi opinión. Al contrario, se siente de mucha mejor  que el mando de .

Por otro lado, el  del área donde los dedos abrazan el control, conocida como el grip, cambió radicalmente. Ahora tiene una forma más entubada que, al agarrarla, es sinónimo de comodidad. Sony le metió la mano a su control por primera vez en más de una década (no vamos a contar el baterang del PS3 original porque jamás llegó al mercado) y el resultado es excelente. Los amantes de PS por fin tendrán un control que está en el mismo nivel de ergonomía que la competencia, e incluso para algunos la supera.

En el caso del Xbox One, les cuento que al principio estaba enamorado del control, pero con el paso de los días he cambiado un poco de opinión. No es tan redondo atrás como el del Xbox 360, y después de partidos de FIFA 14, debo decir que para mí gusto no es tan ergonómico: los dedos no abrazan los grips con la misma naturaleza con la que lo hacen en el de su antecesor.

Microsoft tenía una tarea casi imposible: mejorar el que, para muchos, es el mejor control que alguna vez haya tenido una consola, y en mi opinión no lo logró. Pero ojo, tampoco empeoró el  actual (decir eso sería estúpido, así que por favor no lo entiendan de esa manera). Simplemente es diferente, y quizás es  cuestión de acostumbrarse para volver a enamorarse del mando de Microsoft.

Algo que sí está muy claro es que Sony se arriesgó más que Microsoft en su nuevo control, y eso también se refleja en el tamaño de cada aparato. MS fue sabio y dejó su control de un tamaño similar al actual, mientras que Sony lo encogió un poco. La razón detrás del cambio es que la superficie táctil que está en medio del DualShock 4 exige que el mando sea más  para que los pulgares puedan llegar a ella fácilmente.

A mí me pareció perfecto el tamaño y, de nuevo, hace que el control se sienta más denso y fino. Pero puedo imaginarme que las personas que tienen manos más grandes quizás tendrán problemas a la hora de usar ambos joysticks, pues están muy cerca el uno del otro.
Botones mejorados y cambiados

Los botones A, B, X y Y del control del 360 son una delicia de oprimir. Son redondos y tienen un buen volumen hacia arriba. Por eso, oprimirlos para mí siempre ha sido más satisfactorio que hacerlo en los gamepads de PS o , que tienden a ser muy planos en comparación (sin que eso quiera decir que sean malos). En el X1 eso se mantiene, pero ya no es tan evidente la diferencia frente a la competencia.

Personalmente considero que esto es un puntico negativo de dimensiones diminutas, pero cumplo con contarles honestamente cómo sentí el control. En realidad no me preocupa ni cinco, y es probable que después de una  de tener en X1 los botones se sientan muy bien. De todas maneras siguen sintiéndose mejor que los de la competencia, pues los del PS4 son la misma cosa que hoy adorna el rostro del DualShock 3.

Los gatillos fueron uno de los aspectos que más cambió de los controles. En el PS4 ya no son encorvados hacia adentro sino hacia afuera, como los de 360 y X1. Esto es un salto en comodidad importante para Sony, porque le permite al  oprimir el gatillo durante mucho tiempo sin que el dedo se resbale, cosa que me pasaba en ocasiones con el DualShock 3.

En el X1 los gatillos tendrán su propia vibración, aunque ninguno de los juegos que probé utilizó esta funcionalidad. Otro cambio es que ya no son tan profundos como los de 360, pero aunque la diferencia es notable no afecta la experiencia.

Si el X1 gana –para mí– en los botones del rostro del control, Sony definitivamente se lleva la corona en la categoría de los botones de hombro. Estos son los que van encima de los gatillos y que son vitales para muchos juegos. En el X1 se sienten duros, y la verdad parecen sacados de otro control. En contraste los de Sony son impecables y, al igual que sus gatillos, están cubiertos con una textura que en mi opinión se siente mejor que la que usó Microsoft.

Otro aspecto clave que hay que mencionar es que el ‘D-pad’ (mejor conocido en  como ‘las flechitas’) del X1 es un salto cuántico por encima del desastre del 360. El D-pad del 360 es legendariamente malo y es una de las pocas razones por las cuales no puede llamarse el control perfecto, pero en X1 ese ya no es el caso. No lo pude probar a fondo para determinar si está a la altura de las propuestas de Sony y Nintendo, pero definitivamente es un salto hacia adelante importante que estaba en mora por parte de Microsoft.
Cambios importantes en los joysticks

Los joysticks son quizás la parte más importante de un control moderno. El usuario prácticamente jamás despega uno de los pulgares de estos instrumentos cuando disfruta un título. Por eso cambiar algo acá es jugar con candela.

A pesar de esto, tanto MS como Sony decidieron que podían mejorar sus propuestas actuales. En ambos casos me atrevo a decir que están en lo correcto, porque el DualShock 4 y el control del X1 tienen los mejores joysticks que un control de videojuego alguna vez haya tenido.

El mayor cambio es de Sony, quien en lugar de usar joysticks convexos como los del DualShock 3 se fue por unos más similares a los del Xbox 360. Ahora los joysticks tienen su centro un poco hundido para que repose la yema del dedo y así evitar que se deslice cuando se ejecuten movimientos bruscos. Sin embargo, no me sentí cómodo con la textura, aunque después de que empecé a jugar ni me di cuenta.

En cambio en el X1 los joysticks son muy similares a los del pasado, y dejan pocas sorpresas. Lo único que cambió es que alrededor del borde convexo de cada uno hay una textura muy áspera que busca garantizar que el dedo no se va a resbalar. Como con los del PS4, me gustó mucho la superficie y me pareció que cumple su papel.

Dicho esto, algo que me causó curiosidad es que tienen menos resistencia que los de 360. Es decir, desplazar el joystick requiere menos presión del dedo. Esto puede ser tanto bueno como malo y también puede ser algo temporal mientras ajustan los últimos detalles. Lo menciono porque sé que muchos gamers competitivos dependen de esta sensibilidad para ser letales en partidas virtuales de Battlefield o Call of Duty.

Bueno, esas son mis impresiones de estos dos nuevos controles, que en pocos meses estarán en las manos de los amantes de los videojuegos. Traté de darles una descripción a fondo de cada uno, pero al final el mensaje que más quiero enviarles es el siguiente:

Ambos son controles fantásticos; así que sea cual sea su elección de consola entre el PS4 y el X1, puede estar seguro de que el control con el que jugará está a la altura de sus expectativas. Sí, hay cositas extrañas y diferencias sutiles, pero ninguna es grave o extraordinaria.

Así pues, la buena noticia es que, sin importar su preferencia, cuando compre consola nueva tendrá un control muy capaz de cumplir las expectativas de la mayoría. Incluso, podrían superarlas

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