Desde 1989 178 países se sumaron a la lucha global contra el asesinato de los indefensos animales
En rechazo a matanza de elefantes dejan un mensaje de lucha a traficantes
DENVER, COLORADO (15/NOV/2013).- Más
de seis toneladas de colmillos de elefantes y de objetos de marfil
incautadas en Estados Unidos fueron destruidas hoy en una reserva
natural al norte de Denver (Colorado), en repudio a la matanza de estos
animales y como una manera de combatir este tráfico ilegal.
La pulverización del marfil, incluyendo artefactos de alto valor estético, "envía un claro mensaje a los contrabandistas y cazadores ilegales que Estados Unidos actuará con dureza en oposición al contrabando de animales", aseveró Gavin Shire, portavoz de la Agencia de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS).
Según Shire, el aumento en el precio del marfil (hasta mil 300 dólares por libra) "ha provocado un astronómico aumento en el nivel de la matanza ilegal de elefantes (en África), resultando en una amenaza sin precedentes para la supervivencia de esa especie".
La lucha global contra el contrabando de marfil comenzó en 1989, cuando 178 países se sumaron a la Convención de Comercio Internacional de Especies en Peligro de Extinción (CITES) impulsada por la Organización de las Naciones Unidas.
Ese acuerdo se modificó en 1997, 2008 y 2010 para permitirles a ciertas naciones africanas la venta de marfil.
El 1 de julio de este año, el presidente Barack Obama firmó una orden ejecutiva pidiendo la destrucción del marfil incautado durante los últimos 25 años por agentes federales en el marco de investigaciones criminales y de inspecciones aduaneras.
Este jueves, en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Rocky Mountain Arsenal (un lugar antes destinado a la fabricación de armas y ahora transformado en parques), en Commerce City, suburbio al norte de Denver, autoridades federales e invitados especiales de organizaciones ambientalistas presenciaron la destrucción del marfil, en cumplimiento de la orden presidencial.
En el mencionado refugio se encuentra el denominado "Repositorio", un edificio en el que, con estrictas medidas de seguridad, el Gobierno estadounidense acumula el marfil y otros artículos incautados en operativos contra el contrabando de fauna y flora.
"Con la destrucción de casi seis toneladas de colmillos y souvenires de marfil de contrabando incautados por los Estados Unidos, el gobierno envió hoy un fuerte mensaje al resto del mundo que no tolerará la absurda masacre de los elefantes", indicó, en declaraciones preparadas, el presidente y gerente general de World Wildlife Fund (WWF), Carter Roberts.
Se estima que el llamado "marfil sangriento" genera 10 mil millones de dólares en el mercado ilegal a nivel mundial y causa la muerte de decenas de miles de elefantes cada año. Según CITES, en 2012 unos 25 mil elefantes resultaron muertos en actividades ilegales y ese número sería más alto este año.
A nivel global, la población de elefantes se redujo de unos 600 mil en 1989 a unos 472 mil en la actualidad, de acuerdo con CITES.
"El siguiente paso (después de la destrucción) debe ser una moratoria comercial de marfil y sus productos en los Estados Unidos", agregó Roberts.
Roberts estuvo acompañado por el director de USFWS, Dan Ashe; el subdirector de esa agencia federal a cargo de verificar el cumplimiento de la ley, William Woody; la vicepresidenta primera de WWF, Ginette Hemley; el gerente de International Fund for Animal Welfare, Azzedine Downes; y la directora ejecutiva de WildlifeDirect (en Kenia), la Dra. Paula Kahumbu.
Las actrices Kristin Bauer (de la serie "True Blood") y Kristin Davis (de "Sex and the City") también hablaron durante el evento.
La destrucción incluyó colmillos tallados, joyas, estatuas, vasijas ceremoniales, máscaras, muñecos y ornamentos. Según USFWS, más de 2000 elefantes fueron muertos para obtener ese marfil.
"Necesitamos poner fin a la demanda que fomenta el tráfico ilegal de marfil y tomar medidas contundentes para salvar a los elefantes. Detrás de cada pieza de marfil hay un elefante muerto. Cada operación de compra o venta de marfil aumenta la crisis de la caza furtiva", aseveró Roberts.
El presidente de WWF pidió que el Congreso declare una moratoria en el comercio de marfil y sus productos en EU, para permitir la recuperación de la población de elefantes.
Y también pidió que Estados Unidos ayude a países como Gabón, Kenia y Filipinas en la lucha "contra del crimen organizado que está detrás de esta cruel matanza".
Los restos del marfil triturado serán eventualmente donados a un museo (a determinar) donde se espera que sean exhibidos como parte de una campaña para proteger a los elefantes. Una idea, impulsada por Ashe, el director de USFSW, es usar el marfil pulverizado para construir un monumento en homenaje a los elefantes.
La pulverización del marfil, incluyendo artefactos de alto valor estético, "envía un claro mensaje a los contrabandistas y cazadores ilegales que Estados Unidos actuará con dureza en oposición al contrabando de animales", aseveró Gavin Shire, portavoz de la Agencia de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS).
Según Shire, el aumento en el precio del marfil (hasta mil 300 dólares por libra) "ha provocado un astronómico aumento en el nivel de la matanza ilegal de elefantes (en África), resultando en una amenaza sin precedentes para la supervivencia de esa especie".
La lucha global contra el contrabando de marfil comenzó en 1989, cuando 178 países se sumaron a la Convención de Comercio Internacional de Especies en Peligro de Extinción (CITES) impulsada por la Organización de las Naciones Unidas.
Ese acuerdo se modificó en 1997, 2008 y 2010 para permitirles a ciertas naciones africanas la venta de marfil.
El 1 de julio de este año, el presidente Barack Obama firmó una orden ejecutiva pidiendo la destrucción del marfil incautado durante los últimos 25 años por agentes federales en el marco de investigaciones criminales y de inspecciones aduaneras.
Este jueves, en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Rocky Mountain Arsenal (un lugar antes destinado a la fabricación de armas y ahora transformado en parques), en Commerce City, suburbio al norte de Denver, autoridades federales e invitados especiales de organizaciones ambientalistas presenciaron la destrucción del marfil, en cumplimiento de la orden presidencial.
En el mencionado refugio se encuentra el denominado "Repositorio", un edificio en el que, con estrictas medidas de seguridad, el Gobierno estadounidense acumula el marfil y otros artículos incautados en operativos contra el contrabando de fauna y flora.
"Con la destrucción de casi seis toneladas de colmillos y souvenires de marfil de contrabando incautados por los Estados Unidos, el gobierno envió hoy un fuerte mensaje al resto del mundo que no tolerará la absurda masacre de los elefantes", indicó, en declaraciones preparadas, el presidente y gerente general de World Wildlife Fund (WWF), Carter Roberts.
Se estima que el llamado "marfil sangriento" genera 10 mil millones de dólares en el mercado ilegal a nivel mundial y causa la muerte de decenas de miles de elefantes cada año. Según CITES, en 2012 unos 25 mil elefantes resultaron muertos en actividades ilegales y ese número sería más alto este año.
A nivel global, la población de elefantes se redujo de unos 600 mil en 1989 a unos 472 mil en la actualidad, de acuerdo con CITES.
"El siguiente paso (después de la destrucción) debe ser una moratoria comercial de marfil y sus productos en los Estados Unidos", agregó Roberts.
Roberts estuvo acompañado por el director de USFWS, Dan Ashe; el subdirector de esa agencia federal a cargo de verificar el cumplimiento de la ley, William Woody; la vicepresidenta primera de WWF, Ginette Hemley; el gerente de International Fund for Animal Welfare, Azzedine Downes; y la directora ejecutiva de WildlifeDirect (en Kenia), la Dra. Paula Kahumbu.
Las actrices Kristin Bauer (de la serie "True Blood") y Kristin Davis (de "Sex and the City") también hablaron durante el evento.
La destrucción incluyó colmillos tallados, joyas, estatuas, vasijas ceremoniales, máscaras, muñecos y ornamentos. Según USFWS, más de 2000 elefantes fueron muertos para obtener ese marfil.
"Necesitamos poner fin a la demanda que fomenta el tráfico ilegal de marfil y tomar medidas contundentes para salvar a los elefantes. Detrás de cada pieza de marfil hay un elefante muerto. Cada operación de compra o venta de marfil aumenta la crisis de la caza furtiva", aseveró Roberts.
El presidente de WWF pidió que el Congreso declare una moratoria en el comercio de marfil y sus productos en EU, para permitir la recuperación de la población de elefantes.
Y también pidió que Estados Unidos ayude a países como Gabón, Kenia y Filipinas en la lucha "contra del crimen organizado que está detrás de esta cruel matanza".
Los restos del marfil triturado serán eventualmente donados a un museo (a determinar) donde se espera que sean exhibidos como parte de una campaña para proteger a los elefantes. Una idea, impulsada por Ashe, el director de USFSW, es usar el marfil pulverizado para construir un monumento en homenaje a los elefantes.
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